Recibir asesoría fiscal es indispensable para disolver una empresa. Se debe a que aborda la primera etapa de la desaparición y la terminación de las relaciones entre los socios. Quienes a menudo requieren soluciones legales para finalizar con éxito todo el proceso de disolución.

Hay muchas razones por las que puedes seleccionar esta opción práctica. Tal vez el negocio tuvo éxito pero ya cumplió con su propósito. Por el contrario, existen compañías que nunca alcanzan sus objetivos comerciales y se encuentran inactivas por completo.

En España nos referimos a la disolución como un proceso formal que amerita el cumplimento de varias etapas, en conformidad con la Ley de Sociedades de Capital, en sus artículos desde el 360 al 370. A su vez, es imprescindible inscribir el acto en el Registro Mercantil, específicamente en el Boletín Oficial.

Lo cierto es que, para varias personas, los trámites legales con el fin de disolver una empresa, resultan confusos, difíciles y complicados de abordar. Por ello, lo más recomendable es contar con asesoría fiscal, a fin de asegurar un procedimiento judicial exitoso en manos de profesionales.

Asesoría fiscal para disolver una empresa

Solo un abogado puede brindar este tipo de asesoría fiscal. En Verae ofrecemos una fusión de profesionales con experiencia en el ámbito mercantil.

Antes de establecer una relación entre el asesor y el cliente, es importante considerar cuáles son los derechos y deberes de cada uno. En pocas palabras, el verdadero asesoramiento legal es una herramienta de gran ayuda disolver una compañía, porque tiene las siguientes características:

  • Aplica la ley específica al conjunto de circunstancias particulares del caso.
  • Crea derechos y responsabilidades en el asesor de empresas.
  • Afecta los derechos o responsabilidades del cliente.
  • La asesoría fiscal propone un curso de acción específico que el cliente debe seguir.
  • Marca la diferencia entre decirle a alguien qué hacer o compartir la información para que él mismo lo haga.

Disolver una sociedad mercantil es una situación recurrente en España. Sin embargo, trae consigo una serie de aspectos que no todas las personas conocen. Por este motivo es indispensable que cuenten con la ayuda de un profesional certificado en la materia.

¿Cuándo solicitar asesoría fiscal para disolver una empresa?

Sí, se puede disolver una empresa por cuenta propia. No obstante, contar con un abogado a tu disposición facilitará las cosas, ya que hay información legal, procedimientos y términos que desconoces. Lo cual dificulta la introducción de la sociedad mercantil al panorama legal.

Cuando toman la decisión de disolver una empresa, algunas personas pasan por alto ciertos factores, que un abogado no dejaría de lado. Por ejemplo, una empresa que se prepara para la disolución no puede tener deudas, requiere un periodo de liquidación y la repartición de activos, por mencionar algunos puntos.

Esto sin perder de vista la selección, redacción de documentos y acuerdos que afecten sus derechos legales. La representación ante el Registro Mercantil, negociación de responsabilidades a nombre de alguno de los socios, selección y cumplimentación de formularios, entre otras actividades.

Evaluar este panorama supone la contratación de los servicios de abogados. Después de todo, son líderes en asistencia jurídica en el campo del derecho mercantil. Justo lo que necesita una empresa desde el momento de su constitución hasta la disolución.

Disolver y liquidar empresas

Supongamos que el cierre de tu empresa está en proceso. Aunque tal vez creas que a partir de este momento las obligaciones de los socios han terminado, aún deben asumir tareas con la administración y los proveedores. Un asesor fiscal se encargará de estas cuestiones.

Asimismo, tomará otras responsabilidades a medida que se desarrollen los hechos. Presta atención a lo que sigue y comprueba cómo puede ayudar una asesoría fiscal en la disolución de una empresa. Verás que tu mejor opción es contar con los servicios de un abogado experto en la materia.

Realizar solo la disolución en un inicio es una alternativa. Este paso está sujeto a un plazo de tiempo determinado, pues si los socios desean extinguir por completo la sociedad hasta que desaparezca del tráfico jurídico, deben iniciar la liquidación atendiendo el interés de limitar su continuidad.

disolver tu empresa5 FUNCIONES DEL ASESOR EN LA DISOLUCIÓN DE UNA EMPRESA

Conseguir un asesor fiscal te ayudará a gestionar tu sociedad mercantil. Esta persona se encarga de buscar una solución a los conflictos más comunes. Para que sepas cómo identificarlo, te explicaremos a continuación cuáles son sus funciones a la hora de disolver una compañía.

  1. Analizar la situación actual de la compañía y crear el balance

Uno de los principales objetivos del asesor es estudiar en qué punto se encuentra la sociedad mercantil. De la misma forma examinará los actos efectuados por la compañía en el pasado. Algunos de los temas a considerar son los siguientes:

  • Cierre por jubilación.
  • Estudios e informes mercantiles.
  • Repartición de utilidades.
  • Ampliaciones de capital.
  • Ofrecer nuevas perspectivas sobre el panorama.

Con estas acciones se busca tener un entendimiento pleno del entorno en que se encuentran. Así, trazar la mejor vía para disolver y liquidar la empresa, validando los intereses de los involucrados. Al mismo tiempo, contemplará las causas que los llevan terminar la sociedad. Te mostramos varios ejemplos:

  • Reducción del capital social.
  • Reducción del patrimonio total por pérdidas.
  • Cese del ejercicio de actividades.
  • Inactividad prolongada.
  • Imposibilidad de conseguir el bien social.

Con la información recolectada, el equipo de asesores procederá a la adecuación del balance, cuyo fin es servir como la base del proceso. ¿Por qué? Su contenido se enfocará en la situación actual de la compañía, incluyendo la cuenta de pérdidas y las ganancias.

  1. Redacción de las actas

En vez de pensar cómo se hace un acta de disolución, lo más conveniente es dejarlo en manos del asesor contratado para tal fin. A veces subestimamos el verdadero objetivo de las actas. Y es que figuran como documentos importantes a nivel legal que sirven para dejar constancia de los hechos.

Lo mejor en estos casos es aprovechar la ayuda de la asesoría fiscal al momento de finalizar con la sociedad. Con ello se garantiza que las actas redactadas reflejen un contenido inalterable, totalmente verídico, conocido y acordado por todos los participantes.

Esto sin perder de vista que un abogado especialista en derecho mercantil redactará los documentos bajo el formato solicitado por la ley. Siguiendo de esta manera las formalidades exigidas ya que, de lo contrario, se pondría en duda su validez y retrasaría el proceso.

  1. Nombrar el liquidador y liquidar la sociedad

Liquidar una compañía se refiere al proceso de poner fin a un negocio y distribuir sus activos. Es un evento que generalmente ocurre cuando se pierda la personalidad jurídica de la empresa. ¿Cómo saber si es la mejor vía? Pues hay que preguntarse si a futuro se necesitará la sociedad o no.

Tras acordar la disolución es momento de iniciar con los trámites para la liquidación. Para ello es imprescindible nombrar a los liquidadores, personas que asumen actividades de administración. Serán los expertos designados por la junta general, con orientación práctica del asesor fiscal.

Entre sus obligaciones podemos destacar: resguardar la integridad del patrimonio, formular el balance final y hacer las operaciones que permitirán la liquidación. Pagar las deudas, percibir los créditos, agilizar la contabilidad de la compañía e informar sobre el proceso, son algunas de ellas.

¿Cuál es la finalidad de este período? Básicamente llevar a buen término la liquidación, siguiendo lo plasmado en las directrices generales de la empresa. A eso debemos sumar cualquier otra actividad pendiente que sea competencia de los liquidadores.

  1. Celebrar juntas generales

Cuando la disolución de la compañía está en manos de asesores, estos notificarán a los socios cuándo debe celebrarse una junta general. Un ejemplo tangible es la necesidad de aprobar el balance final, la propuesta de división de utilidades y conocer el informe de liquidación.

Vale la pena entender a la junta general de socios como la reunión entre las personas que conforman la sociedad jurídica, es decir, el capital social de la compañía. Esto con el fin de tomar decisiones legales o presentes en los estatutos del acta constitutiva.

A veces, reunir el capital social en este panorama disolutivo es una tarea complicada que depende de la voluntad de cada uno. Así, la asesoría de empresas es indispensable para lograr la cohesión de las operaciones que afectarán el funcionamiento de la empresa en el corto plazo.

Entonces, las acciones que influyen de forma decisiva en la continuidad de la compañía suelen requerir la aprobación de los miembros que conforman la junta general. Si alguno de estos no pudiese participar, podría contar con la asistencia de un abogado apoderado para tal fin.

  1. Inscribir la disolución en el Registro Mercantil

Cuando se decide disolver la sociedad comercial es necesario hacer una escritura pública. Este paso forma parte de un protocolo establecido por la ley en España. Debe publicarse en el BORME, mejor conocido como Boletín Oficial del Registro Mercantil.

Dicho trámite conlleva un gasto asociado y debe solicitarse la inscripción en el registro, al mes siguiente después de celebrar la junta general. Tu asesor fiscal se encargará de pedirte los documentos para ello: escritura pública de disolución y resguardo de los fondos por gastos de publicación.

Otras formas en las que puede ayudarte una asesoría a la disolución de la empresa

El apoyo del asesor no se limita a lo que hemos mencionado anteriormente. Es más, aún puede ser útil ayudándote a completar una serie de requisitos solicitados para finalizar el proceso:

  • Extinción de los contratos de trabajo.
  • Baja de los trabajadores.
  • Comunicación del cierre al centro de trabajo.
  • Baja del centro de empresarios y profesionales.
  • Baja en el impuesto de actividades económicas.
  • Comunicación de cese o extinción en otros registros y organismos oficiales.

Como ves, disolver la compañía es una tarea que demanda disciplina y conocimiento. Lo más conveniente es contar con una firma de abogados profesionales a tu disposición que garanticen excelentes resultados. Tener el mejor equipo te brindará seguridad en cada paso.

¿Qué requisitos debe cumplir un asesor experto en disolver empresas?

Si quiere disolver tu compañía de forma exitosa te recomendamos contratar a un grupo de profesionales asesores que cumplan con ciertos requisitos y cualidades. Para comenzar, estas personas deben tener amplios conocimientos sobre derecho mercantil.

Se requiere el ejercicio de sus funciones de forma legal. ¿A qué nos referimos con esto? Bien, verifica que el asesor está dado de alta como autónomo o forme parte de una firma de abogados en Segovia, como Verae. Conocida por responder oportunamente a las necesidades empresariales.

Pregúntale a tu futuro asesor si está colegiado y cuenta con capacidad de análisis efectiva, a fin de ofrecerte soluciones prácticas según se requieran. Recuerda que ciertos trámites de disolución podrían complicarse dependiendo de la complejidad del caso.

¿La persona que deseas contratar ofrece canales de comunicación eficaces? No pierdas de vista esta pregunta. Ante todo, la atención personalizada es clave en estos procedimientos. Infórmate acerca de los medios por los cuales puedes conversar con el abogado.

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En Verae te brindaremos una respuesta oportuna y ajustada a las necesidades de tu empresa.

Te ayudaremos a enfrentar cualquier proceso de carácter jurídico asociado con la disolución y liquidación de sociedades comerciales. Si deseas conocer más información sobre los servicios que te ofrecemos, tan solo contáctanos y comprueba por ti mismo cómo podemos ayudarte.

Nuestra firma con sede central en Segovia tiene a tu disposición un equipo de profesionales con amplia experiencia en derecho mercantil.