El despido objetivo es aquel que lleva una indemnización de 20 días por año. Aparece cuando en la carta se muestra que el despido o finalización del contrato es por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. El despido objetivo tiene una serie de requisitos complejos que se suelen incumplir, en muchos casos, por desconocimiento de la ley. En este caso estaríamos ante un despido improcedente.

Si no se cumplen, el trabajador puede optar por demandar a la empresa, en cuyo caso, el despido puede ser declarado improcedente por el juez y la empresa estaría obligada a pagar la indemnización correspondiente al trabajador.

La otra alternativa es que el trabajador sea readmitido con las mismas condiciones laborales, con pago de los salarios de tramitación y seguros sociales.

Acudir a un profesional en caso de despido improcedente, siempre es la mejor opción

Si un caso de despido objetivo es llevado a juicio, será la empresa la que deberá demostrar que las causas objetivas indicadas en la carta de despido existen. Deben ser justificativas de despido objetivo y, además, deben cumplir todos los requisitos pertinentes.

Por tanto, en caso de que creas que has sido víctima de un despido improcedente, la mejor opción es que acudas a un abogado laboralista. Es importante acudir a un profesional para que examine no sólo la carta de despido, sino el resto de las circunstancias en las que se haya producido el mismo y en el caso en que sea necesario, te represente en el juicio.

Causas del despido objetivo:

  • Ineptitud del trabajador.
  • Falta de adaptación a modificaciones técnicas.
  • Causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
  • Faltas de asistencia al trabajo.
  • Y falta de presupuesto cuando el empleador sea una entidad sin ánimo de lucro.

Recuerda que la empresa debe explicar detalladamente en la carta de despido las causas concretas del mismo y que las comunicaciones verbales no tienen validez.

¿Cómo se debe comunicar un despido objetivo?

En primer lugar, la empresa, debe dar un preaviso de 15 días.

Además, tendrá que comunicarte su decisión de extinguir el contrato de trabajo por escrito. Esta comunicación se conoce como carta de despido y debe contener la causa concreta del despido y la fecha. También debe contener el finiquito.

Si no se cumplen estos requisitos, el despido puede ser impugnado y podrá ser declarado improcedente o nulo.

Tramitación del despido improcedente

Esté trámite debe realizarse en los 20 días hábiles siguientes a los efectos del despido. Se debe presentar ante el SMAC (Servicio de Mediación Arbitraje y Conciliación) la papeleta de conciliación. A partir de este momento, un abogado laboralista puede serte de gran ayuda para llevar a cabo todas las negociaciones que se van a presentar.

Se producirá entonces, un acto de conciliación laboral con el empresario donde se negociarán las condiciones y las causas del despido con el fin de que los derechos del trabajador queden reconocidos.

Si mediante este acto no se obtiene resultado, habrá que optar por la vía judicial. Se presentará una demanda por despido y este quedará declarado como procedente, improcedente o nulo.

Tras celebrarse el juicio, el juez dispondrá de 5 días para dictar sentencia.

Si el despido se declara improcedente, se entiende que se está vulnerando de alguna manera la ley, y, por tanto, la indemnización será mayor a los 20 días por año trabajado que corresponde a un despido objetivo (puede llegar a ser más del doble).

Si se declara que el despido es nulo, es porque el juez ha considerado que se estaban vulnerando los derechos del trabajador o existe discriminación. La nulidad del despido supondrá la readmisión inmediata del trabajador en su puesto de trabajo.

Buscar un Abogado Laboralista

Si crees que tus derechos han sido vulnerados o has sido victima de un despido improcedente, debes ponerte en contacto con un abogado laboralista que lleve tu caso y te informe de tus opciones. En Verae, somos expertos en derecho laboral y podemos ayudarte y asesorarte caso de despido improcedente.